La semana pasada, los mercados financieros experimentaron una fuerte volatilidad debido a la preocupación por el aumento de los casos de COVID-19 en todo el mundo y su posible impacto en la economía global. Además, la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de mantener las tasas de interés cercanas a cero también influyó en el comportamiento del mercado.
En Estados Unidos, el índice S&P 500 terminó la semana con una caída del 0,8%, mientras que el Dow Jones perdió un 0,5%. En Europa, el índice Euro Stoxx 50 cayó un 1,8%, y el FTSE 100 del Reino Unido bajó un 0,7%.
En el mercado de divisas, el dólar estadounidense se mantuvo estable frente a otras monedas importantes, con un ligero retroceso del 0,1% frente al euro y una caída del 0,2% frente al yen japonés.
En cuanto a los precios de las materias primas, el precio del petróleo crudo Brent bajó un 2,5%, mientras que el oro subió un 1,2%.
En resumen, la volatilidad en los mercados financieros sigue siendo alta debido a la incertidumbre económica generada por la pandemia de COVID-19 y la política monetaria de los bancos centrales. Los inversores deben ser cautelosos y estar preparados para enfrentar posibles fluctuaciones del mercado en los próximos días y semanas.
Escrito por: Mariana Pino Arredondo